🌌#61: La pregunta que no vi venir
Hace unos días, en una conversación improvisada (de esas que empiezan con cuatro preguntas rápidas y luego te metes en temas más profundos) me preguntaron: “¿y tú a qué te dedicas?”.
Como siempre, respondí: "Escribo libros" (ya sé que aún no me gano la vida con ello, pero podéis permitirme decirlo😁).
Después de eso hubo un silencio (de esos que ya conozco bien). Una mirada ladeada. Esa ceja que se arquea como si acabara de confesar que fabrico robots asesinos en el trastero. Así que, para intentar arreglar las cosas, sigues hablando. Y dices: "He publicado nueve novelas."
Ahí es cuando se le abrieron los ojos y el gesto se le congeló. Una mezcla entre respeto y confusión que aparece cuando dices algo fuera del guion. Luego, una mirada seria, como si estuviera recalculando a quién tiene delante.
Lo interesante de todo esto, vino después. La verdad es que esperaba alguna otra cosa, pero me preguntó: "¿Y cuál es tu favorito?"
Me pilló por sorpresa. Pero no porque no supiera qué decir, sino al contrario. Desde el primer momento en que la pregunta salió de sus labios ya tenía la respuesta preparada.
Una estrella en el horizonte.
Eso es lo que dije.
No es la más épica.
No tiene guerras abiertas ni clanes enfrentados.
Pero hay algo en ella que se me quedó pegado.
Al principio, este libro nació con una idea distinta. Quería que fuera un libro de aventuras.
Una historia que sirviera para mostrar el universo de Theia y, sobre todo, nuestro propio universo y sus maravillas. Mostrar lo que sucede allá fuera mientras aquí vivimos en nuestra pequeña canica azul.
Pero mientras la escribía, algo cambió.
Me sumergí sin darme cuenta en otro tipo de viaje. En el que llevamos dentro. Más íntimo. Más silencioso. Y así, sin planearlo, se cruzaron los dos caminos: el cosmos exterior… y el universo interior. El resultado, un libro que cambió mi manera de escribir.
Algo hizo clic.
Hasta ese momento solo lo había visto en algunos autores. Cuando un libro los cambia. Cuando, de repente, todo lo que escriben a partir de ahí tiene otro peso.
Y, ahora, yo también lo siento.
Basta leer La Legión Exiliada para verlo: aunque haya combates, naves y desafíos, debajo hay mucho más.
Pero no sé cómo lo habréis visto vosotros.
A veces uno escribe y toca esperar a ver si al otro lado alguien siente ese latido.
Sé que ya te he hablado de este libro, que le he hecho algo de publicidad. Pero sé que muchos habéis llegado hace poco, a bordo de La Legión Exiliada, con Kais y Viktor al frente.
Y puede que no sepáis que hay más. Que hay otras historias. Otros protagonistas.
Como Akion.
Y sí, todo sucede en una nave. Pero no te dejes engañar.
No hay planetas exóticos.
No hay persecuciones entre asteroides.
La nave casi no se mueve.
Y, sin embargo, es un viaje.
Uno de esos que no se ven desde fuera, pero que dejan marca.
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La pregunta me sorprendió y, aunque tenía clara la respuesta, cuando la di en voz alta, todo encajó. Como si todo lo escrito desde entonces hubiera empezado ahí, en esa estrella quieta.
Y ahora te pregunto a ti… ¿Cuál es tu historia favorita de las que he escrito?
Me encantaría saberlo.
Puedes contestar a este correo. Incluso con una sola frase.
Nos vemos la próxima semana
B. Bordoy Barceló
